Pontificia Universidad Católica de Puerto
Rico
Escuela Graduada de Educación
Recinto de Ponce
EVALUACIÓN DEL CURSO
EN LÍNEA
Doctora Sol León León, E.d.D
GRED 802
Sección: 001
Sonia Esther Cedeño Aponte
Número
de estudiante: A00066155
Consumo tecnológico y educación
tecnológica: fundamentos filosóficos para un proyecto futuro
El artículo
Consumo tecnológico: fundamentos
filosóficos para un proyecto futuro, Fernando Tula Molina presente cuatro
conceptos que se deben considerar para reformar la educación en tecnología con
el objetivo de orientar el rumbo en la construcción colectiva de relaciones más
equitativas y participativas entre innovación y tecnología incluyendo las metas
sociales.
Según el estudio nuestra sociedad es la base
capitalista transitan de modo cada vez más acelerado hacia una cultura de
escasez. Se plantea además la
importancia de ampliar crítica y colectivamente los desafíos que aparecen en el
desarrollo económico y productivo acelerado, facilitado por el conocimiento
tecnológico y sus prácticas asociadas.
Según Fernado Tula, este trabajo pretende
enfatizar la importancia de ampliar la conciencia sobre las practicas individuales
y colectivas de consumo a través de la educación sobre la necesidad de
implementar un currículo en innovación tecnológica que permita acompañar y
contextualizar el valor de las innovaciones tecnológicas en los diversos
entornos sociales, además este pretende una mayor conciencia colectiva
posibilite y una participación ciudadana mayor, tanto política de la comunidad,
consumidores como de las comunidades de afectos sobre los diferentes caminos y
posibilidades tecnológicas abiertos por vías de la innovación.
Según
el autor de este estudio tiene que contribuir a la vida democrática, entonces
el problema puede plantearse en los términos en los que hizo el antropólogo
chicano Renato Rosaldo, que se preguntaba qué debería contar como conocimiento
y pensamiento crítico en las educaciones futuras generaciones y cómo preparar a
los estudiantes para que ingresen al
mundo cambiante y multicultural del próximo siglo.
Para Fernando Tula, un proyecto de educación
tecnológica debería trabajar con estas preguntas para contribuir a salir de la
obviedad de la mera información sobre el aumento de nuestras capacidades
tecnológicas como discurso de base del consumismo tecnológico y de la
legitimación de sus conocimientos.
El objetivo general de un proyecto de
educación en tecnología no se debe confundir con el control sino con la
responsabilidad para alcanzar un ejercicio mayor de responsabilidad colectiva,
avanzar en el plano simbólico y social donde se articulen las identidades,
reclamos y valores de las responsabilidades de las instituciones.
Dice
el autor que el marco general de tal proyecto tomarse del economista Bengali A.
Sen, (premio nobel de la economía en 1998) para quien la economía del
desarrollo y la ética deben discutirse de modo conjunto si aspiramos a una
concepción integral de fortalecimiento humano y social; “la capacidad de atesorar” y la “aptitud de
las personas para transformar esos bienes y calidad de vida.
En los elementos para un nuevo diagnostico
dice Fernando Tula apoyado en lo que dice C. Castoriades que se abre una
encrucijada histórica que conduce hacia el agotamiento y perdida de las
significaciones históricas y sociales, desembocando en la apatía, la
irresponsabilidad y el cinismo, dejando el rumbo al supuesto control racional propuesto
por la tecnoconciencia autónoma, ligada
a la producción en sentido capitalista, y a la exposición ilimitada del consumo
por el consumo. El segundo camino a la
transformación del actual, debe ser creado social y políticamente hacia un
proyecto de autonomía tanto individual como colectiva. Se argumenta al respecto
un proyecto de educación en tecnología debería ofrecer elementos para
reflexionar sobre nuestras prácticas, más allá de lo que “reflejan las encuestas”
y las campañas publicitarias.
Comenta Fernando Tula, en sus estudios sobre Bourdieu y Foucault que
si queremos que la educación contribuya a generar ciudadanía democrática,
entonces debemos acordar en lo legitima nuestras decisiones no es el contenido,
sino el a ver sido tomadas de modo colectivo.
La educación contemporánea de la tecnología y la educación. El filósofo A. Feenberg habla de la relación
que existe entre las acciones públicas en la esfera técnica, este concepto se
basa en una concepción de la sociedad diferente a las de las sociologías
funcionalistas ortodoxas y la teoría clásica de los sistemas.
Dice Feenberg (2002) que desde el punto de
vista de la filosofía de la tecnología y la idea de “código técnico” cuestiona
los conceptos ortodoxos de “determinismo” y de neutralidad tecnológica
constituyéndose en el pie de apoyo de la teoría crítica de la tecnología.
La ciudadanía sociotéctica
según Thomas ( 2010) por R. Dagnimino en Latinoamericana ha desarrollado el
concepto de ciudadanía socio-tecnica “como un aspecto central de la vida
democrática en nuestra sociedades de la base tecnológica . Este concepto coincide con lo dicho hasta
aquí, pero lo amplia y lo enriquece. Concuerda con la teoría crítica en la no
neutralidad de los parámetros de avances tecnológicos y la posibilidad de
redefinirnos a través de las decisiones estratégicas.
Según este artículo está a puesta defiende la
aplicación sistemática de “tecnología sociales” para realizar esta
transformación en los distintos ámbitos con el fin de mejorar la equidad en la
redistribución de los capitales y potencialidades, sean estos simbólicos o
materiales y coinciden con Fernando Tula su afirmación final. “Los sistemas tecnológicos sociales en este
sentido una de las expresiones más claras de este derecho ciudadano.” Son al
mismo tiempo la mejor vía para el ejercicio de este derecho: la forma más
democrática de diseñar, desarrollar, producir, implementar, gestionar y evaluar
la matriz material de nuestro futuro.
En el contexto de implicación para Fernando
Tula, el concepto de “contexto de implicación”, ante el carácter de su juicio
es insatisfactorio añade además, que la relación tecnología- democracia no ha
sido fácil de teorizar justamente porque muchas de sus tensiones de fondo
quedaron ocultas por lo supuestos deterministas habituales que conducen a
pensar que nada tenemos que hacer frente a las alternativas abiertas por la
innovación.
La importancia, y en la actualidad diría
urgencia, de teorizar e instituir democráticamente patrones para el desarrollo
tecnológico reside simplemente en que la innovación no beneficia a todos por
igual, sino que está ligada directamente a los modos de apropiación de los
beneficios y distribución de los riesgos.
En conclusión y según el artículo la
importancia del concepto de “código tecnológico “a la hora de pensar los
diseños tecnológicos en clave social, reside en considerar como un actor
relevante y central a la comunidad de posibles afectados; en no menospreciar la
experiencia de los usuarios y víctimas
de los sistemas tecnológicos y diversas posibilidades de implementación.
En este sentido se cumple con el objetivo de
generar una formación tecnológica socialmente más adecuada que éticamente más
justa. Con ello, se permite además, que
las propias especificaciones y sentido último del diseño se beneficien por la
consideración de las experiencias pasadas y sus luchas asociadas. En la opinión de Fernando Tula, todas las áreas
de diseño se verán beneficiadas, pero esto se vuelve particularmente patente en
áreas como la seguridad, alimentaria toxicológica, laboral y medioambiental.
De modo general puede decidir que existe una
relación sinergia entre los cuatro conceptos aquí, en una visión amplia que
considera a los estudiantes principalmente en su dimensión ciudadana pensándolo
como futuros jueces, abogados, economistas, ingenieros, educadores, y etc. Bajo
esta consideración se busca proporcionarles una opinión crítica e informada
sobre la política tecnológica que se afectaran tanto en su dimensión humana
como social. Resulta razonable esperar
que la información adquirida permita al alumno desarrollar actitudes de
responsabilidad personal en relación con el ambiente natural y la calidad de
vida. Afirma Fernando Tula que este
abordaje permite el sistema educativo consolide los procesos de alfabetización
tecnológica con una posición activa hacia la participación de la ciudadanía responsablemente.
Referencia Bibliográfica
Molina, Fernando Tula. (2011).
Consumo tecnológico y educación tecnológica:
fundamentos filosóficos para un
proyecto futuro. Sociologías, 13(26), 154-175.
Recuperado en 20 de octubre de 2013.
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